LA VIOLENCIA POLITICA


Fragmento de la Entrevista realizada a Osvaldo Bayer, el 10 de octubre del 2002, por Luis Iramain, Oscar Palacios y Demetrio Iramain, en el programa radial: "¡Ni un paso atrás!", de las "Madres de Plaza de Mayo", Argentina.
El programa semanal ¡Ni un paso atrás!, por FM La Tribu, fue especial en su emisión del jueves 10 de octubre. En la mesa de transmisión se encontraba presente el compañero, historiador, periodista y escritor de novelas - en ese orden- Osvaldo Bayer. Con voz humilde de hombre sabio, el invitado recorrió la historia de las luchas populares del último siglo, desde los peones patagónicos fusilados hasta los heroicos guerrilleros de las FARC. Sin rodeos justificó la “violencia de abajo” y dio razón a la rebeldía de los pueblos: “Toda la libertad que ha conseguido el hombre se consiguió siempre con la lucha”, asintió.

!Ni un paso atrás!: Osvaldo, vos le has entrado por varios lados al tema de la violencia política, tanto desde el rescate de figuras olvidadas por la historia, que han optado por caminos violentos –pienso en el libro sobre la vida de Severino Di Giovanni, pienso en la historia del joven Arbolito entre otras- ¿De qué manera posible podemos empezar a hablar sobre la violencia en el contexto de la realidad Argentina de hoy?

OSVALDO BAYER: Bueno, la violencia siempre ha sido una creación del poder. Si ese poder mantuviera la dignidad de la gente, (porque creo que hay que terminar con aquello de que democracia es elegir cada dos años yendo a las urnas; la única democracia es cuando todos los habitantes viven con dignidad y en libertad, por supuesto) entonces, cuando esto no se cumple la gente reacciona. Es lo que se llama “la violencia de abajo”, siempre, siempre. Eso es donde se equivocan los capitalistas, los gobernantes o los militares: allí donde ejercen ellos violencia va ha haber reacción de la gente de abajo.

El ejemplo más claro que hemos tenido en la historia es la muerte del teniente coronel Varela; es decir Yrigoyen manda a Varela, éste fusila a 1500 obreros patagónicos, y después no se hace nada, se los fusila y nada más, en plena democracia. Interviene sí el Congreso, quiere mandar una comisión investigadora, pero el radicalismo se va del recinto, la justicia no interviene, no se da por aludida, aunque tiene que intervenir porque los hechos salieron en los diarios. Tampoco interviene el poder político, se silencia todo. Y es un hecho de una violencia inusitada, creyeron que nadie se iba a enterar porque los fusilamientos se hicieron allá…, en la Patagonia, lejano.
Entonces qué pasó: los anarquistas optaron por el derecho de matar al tirano. Es decir, aquella vieja discusión de los filósofos griegos, donde cuando realmente no hay justicia y cuando se tiene realmente una tiranía, el pueblo tiene derecho de tomar justicia por su propia mano.
Es así como el anarquista alemán Wilkens lo espera al teniente coronel Varela muy cerca del Cuartel 1º de Infantería y primero le tira la bomba, que desde siempre fue el símbolo de la protesta popular, y después le tira 6 tiros.
Claro, entonces todos dijeron: ¡qué barbaridad! ¡qué violencia!, porque lo mataron al teniente coronel, lo hubieran tal vez juzgado, mejor... Y bueno, pero lo que pasa es que realmente allí el gobierno de Yrigoyen se comportó como una tiranía, porque no juzgó a nadie, y los muertos, muertos están. Jamás se puso y ni siquiera se hicieron tumbas para esos gauchos que fueron enterrados en verdaderos pozos, todos juntos.
La iglesia no hizo nada, guardó silencio, jamás fue a poner una cruz de palo, que es lo que le correspondía, no, guardaron silencio, todo el mundo guardó silencio.
Es decir que el grito de protesta “la violencia de abajo” se sintió a través de ese hecho de venganza, absolutamente comprensible, porque cuando realmente se cometen crímenes masivos y se deja todo tal cual y se esconde la cosa, los perseguidos tienen derecho a tomar, a hacer justicia por su propia mano, esto es una cosa absolutamente natural.
!Ni un paso atrás!: Se me ocurre que el tema de la violencia sirve y mucho a las clases poderosas, para satanizar a los luchadores. Y el tema de la violencia está siempre latente, presente todos los días, tal vez hoy más que nunca, con respecto a pocos años atrás. Hoy estaba mirando cuando los piqueteros venían a la capital, para acompañar a las Madres en su marcha de todos los jueves, y la policía –impunemente- la misma policía que mató a dos compañeros de ellos en la estación de tren Avellaneda, los revisaba, los palpaba de armas, quería revisarles sus bolsos -cosa que finalmente lo hicieron-, como si fueran a un estadio de fútbol, como si fueran bestias, como si no estuvieran haciendo algo que corresponde, que es manifestarse, protestar por su situación. Hoy escuché también en la Plaza a un compañero que respecto de esto decía, "nuestra mejor arma, y la única que tenemos es la organización, y eso no lo pueden quebrar". Pero, justamente, los poderosos utilizan como mito esto de la violencia, como sinónimo de muerte y de que no construye, para satanizar a todo el movimiento popular. Las Madres lo han sufrido muchas veces por sus posiciones...
OSVALDO BAYER: Y claro, evidentemente. Los policías son mercenarios que pegan por dinero, pero realmente el verdadero culpable de esa represión de hoy es el señor Duhalde, porque ellos saben muy bien lo que pasa. Y bueno, ya vendrá la reacción: después se quejan.
Y claro, como muy bien decís vos, después satanizan la fuerza de la gente de debajo de protestar, diciendo “a mí no me van a tomar por tonto”. Es toda gente sin trabajo en su mayoría, ¡qué quieren que haga, que se encierren en sus casas y se pongan a llorar! Lo más natural es que salgan a la protesta y es un derecho absolutamente democrático esto de salir a la calle a protestar.
Estoy seguro que alguno habrá reaccionado con un palazo contra alguien, pero esa es la reacción, son los nervios cuando viene la represión policial, si no se desarrolla marchando por las calles al grito de coros, de cánticos, y cuando la situación resulta que es imposible, cuando, a pesar de las manifestaciones de protesta no se da un paso adelante en solucionarles los problemas, entonces empiezan las piedras contra las vidrieras, y empezará la violencia, cada vez a ser más fuerte, porque realmente son el gobierno, las autoridades, el poder económico, los que ejercen esa violencia, no dándoles a los habitantes lo que les corresponde.
Por supuesto, ellos tienen sus aliados. El señor Haddad y sus adláteres ya deben haber hecho tres o cuatro comentarios acerca de que los piqueteros son violentos, y “quién estará detrás, quién sabe qué ideología estará detrás”, cuando la única ideología es la falta de trabajo, la falta de pan, la falta de toda tranquilidad. No hay jubilaciones para los viejos, o es en todo caso una miseria. Cómo quieren que la gente no reaccione.
Yo aplaudo esas reacciones, esas marchas, porque se ve que nuestro pueblo tiene una fuerza increíble de no aceptar la injusticia. Que es una forma de ejercitar la democracia y estos señores que nos dominan, la mafia que nos domina, no son absolutamente nada demócratas. Ellos se creen que porque fueron elegidos a través de manejos en el Senado de la Nación, que el señor Duhalde es un tipo legal con todo el poder constitucional, y esto no es así: ha sido un arreglo entre el peronismo y el radicalismo, ha sido un arreglo entre el señor Alfonsín y el señor Duhalde.
Bueno, siempre es lo mismo, siempre repiten lo mismo, no tienen otra forma de reaccionar que la fuerza de la policía cada vez más violenta.
!Ni un paso atrás!: Quería agregar que hay un intento de constituir un statu quo, que esa demonización de la violencia congele, asuste, que no se pueda hacer nada. Y en este hecho participan también intelectuales, que polemizan al respecto, acusando a la gente de violenta y demás...
OSVALDO BAYER: Sí, esos que dicen –principalmente obispos, pero también Ernesto Sábato-: “Yo estoy contra toda violencia”. ¡Eso es muy cómodo! ¡Quién no está contra toda violencia! Nadie quiere la violencia. La crea el sistema a la violencia.
!Ni un paso atrás!: A mí me da esta sensación –no sé lo que vos pensás-, de que sólo podrían decir “estoy contra toda violencia” los pacifistas que creen que la violencia es mala absolutamente en todos los aspectos, pero una sociedad como ésta, que tiene la policía que tiene, el ejercito que tiene, esta justicia....
OSVALDO BAYER: Bueno, los pacifistas ejercen una violencia suave, porque hacen marchas, obligan a la gente a pensar, a salir del statu quo, a salir del miedo, a salir del temor, se es pacifista realmente cuando se está con los pobres, cuando se está con los que sufren; y claro, no están con los tiros, creen que con los tiros no se arregla nada, y tal vez tengan razón porque siempre gana el que tiene más tiros que siempre es el que tiene el poder, el militar, esos “poderes mercenarios”, como los calificó el Che Guevara: “Todos los que llevan uniforme son mercenarios”, y tenía razón, siempre están al servicio del sistema.
!Ni un paso atrás!: Osvaldo, y ya que mencionás al Che, en ocasión de cumplirse un nuevo aniversario de su asesinato hubo muchos recordatorios. Pienso ahora en el que le hizo el diario “Página 12”, que sacó un suplemento especial, donde vos también escribiste. Entiendo que hay un intento también desde la intelectualidad, de satanizar la violencia equiparándola al terrorismo. ¿Pensás que este intento, teniendo en cuenta el momento particular de la Argentina, procura decir que la figura del Che o el camino emprendido por el Che, no es el camino correcto para encauzar o para dominar la rebelión que está en curso?

OSVALDO BAYER: Bueno, las épocas cambian, evidentemente eran otras épocas aquellas, las del Che. Pero toda la libertad que ha conseguido el hombre se consiguió siempre con la lucha; es decir, la independencia de ser colonia de España y todo lo demás, se consiguió con armas, con cañones, no eran angelitos; entonces, aquellos que dicen “estoy contra toda violencia” y todo lo demás, bueno, en que época viviríamos. Es decir, muy bien lo dice Bakunin: “el espontaneísmo de las masas”. La gente aguanta, aguanta siempre porque tiene esa no-virtud de aguantar todas las injusticias, pero de pronto uno del pueblo tira una piedra, rompe un vidrio, y detrás de él salen un millón de personas, explota... El espontaneísmo de las masas... Bueno, ¿es violencia eso, o es usar los métodos a que les da derecho la vida para terminar con las injusticias? Bueno, es el método que empleó la Revolución cubana, es el método que empleó la guerrilla con el Che, que trató de liberar a los pueblos a través de eso, y si vemos Cuba –a pesar de que tiene defectos y no somos nosotros quiénes para criticarlos, porque no hemos hecho ninguna revolución-, pero cuando Cuba era siempre un pueblo donde había muertos y heridos por reacciones contra esa dictaduras espantosas que tuvieron, acuérdense de Batista que ejercía un poder de policía contra la gente que se levantaba. Hoy podemos decir que los cubanos comen, que van a la escuela, que tienen medicina muy superior a la nuestra. A mí me gustaría que se hubiera hecho en absoluta libertad todo eso, pero ya te digo: si uno hubiera hecho una revolución en libertad, podría reprocharle a Cuba, pero no la hemos hecho, así que vemos ese camino que ha tomado Cuba y que le ha dado resultados, además el orgullo de no ser más una colonia, fue la última de EE.UU. Ahora es un país con orgullo.
!Ni un paso atrás!: Hay una discusión bastante fuerte en todo el mundo alrededor del tema del poder. Hace poco vino John Holloway, un intelectual que asesora al Movimiento Zapatista, que escribió un libro que se titula precisamente, “Cambiar el mundo sin tomar el poder”. ¿Pensás que atrás de esta discusión está también esta discusión de la violencia como camino para tomar el poder y desde ahí hacer cambios?
OSVALDO BAYER: Bueno, son búsquedas ¿no? De entre esas búsquedas la del Zapatismo es muy interesante, o lo que está pasando en la Argentina también es muy interesante, es un fenómeno admirable, es decir, he recorrido casi todas las asambleas populares, no solamente de Buenos Aires, sino también del interior del país, y a mí me resulta sorprendente. En mis cortos o largos 75 años yo no vi una cosa así en la Argentina; la democracia de base discutiendo las cosas, tratando ellos mismos ahora de solucionar los problemas que el señor Duhalde, el radicalismo y el peronismo no solucionaron jamás. Cuando uno ve esos comedores infantiles para dar de comer a los chicos, porque muchas asambleas han comprendido que los chicos muchas veces van a la escuela sin desayunar. Y fíjense ustedes qué sentido de la humanidad, de la solidaridad, la gente del pueblo está solucionando esos problemas, que –como digo- ninguno de esos partidos que nos han gobernado los 84 años de democracia ha sabido responder.

Y todo sin ninguna violencia, pese a que el señor Haddad dice que se han ocupado edificios, es decir: la típica mentalidad fascista criminal que enseguida al que quiere hacer algo, al que quiere con su propio esfuerzo tratar de solucionar los problemas, enseguida es un subversivo; y que son además los que tienen el poder de los grandes medios de comunicación. Y todo ese movimiento de la ocupación de fábricas, que han puesto en funcionamiento los obreros en forma admirable, así como también las búsquedas de los estudiantes en solucionar sus problemas. Hay que ver las instalaciones universitarias: se caen todas, y son los estudiantes que están ocupando esos lugares, quienes los están refaccionando. Por ejemplo en Rosario, han tomado el bar, porque era imposible, estaba siendo explotado por un señor que los explotaba. Ellos hicieron una cooperativa, tomaron el bar y quieren seguir adelante. Por supuesto, enseguida la justicia burguesa dice: “El sentido de la propiedad”, y hay muchos profesores universitarios -esto es una cosa absolutamente vergonzante- que se dan vuelta, no pasan ya por allí, para que no los comprometa.
Comentario:

Este sintoma se repite en todo pais donde la desigualdad es lo común y la justicia la excepción, donde algunos lo tienen todo y la mayoria carece de los más basico para vivir con dignidad.

México no parece ser ajeno a esto, se pueden ver esas grandes muestras de descontento en las calles, y al igual que lo comentado por Bayer, las masas que protestan son etiquetados de violentos, de terroristas, y cuanto adjetivo tipificado como delito les es posible asignar al que no se deja.

Se llama al orden y al respeto a las instituciones, las mismas que solo dan respeto a quien con dinero las seduce, la impartición de la justicia no es un secreto decir que tiene precio.

No se trata de justificar la violencia del oprimido a causa de la acciones u omisiones de los gobiernos, ya que la violencia no deja recuerdos agradables para nadie, sino se trata de advertir a estos gobiernos, que detengan ellos la violencia que ejercen al promover la impunidad, que dejen de proteger a unos cuantos, que cancelen los privilegios de quienes se han enriquecido ilicitamente y muchas veces en complicidad con funcionarios, que se haga justicia, eso es todo lo que pide el pueblo, Justicia.....

Saludos

El Legionario

No hay comentarios: